Los conciertos musicales que se celebran en el parque de Santurtzi se han convertido en uno de los principales atractivos de las fiestas patronales de la localidad vizcaína. Y lo son porque la organización acostumbra a contratar a artistas españoles de éxito, como Kiko Veneno. El cantante, guitarrista y compositor repasará hoy (23.00) su amplio repertorio ante una multitud que acudirá a disfrutar con su retahíla de entrañables cupletistas, curanderos, superhéroes de barrio, delincuentes poco comunes, managers de cuidado y policías casposos como Torrente.
Su último disco, Un ratito de gloria (RCA), es un recopilatorio que reúne 18 canciones grabadas entre 1977 y 2000. En sus 71 minutos de música se comprime pop aflamencado y aderezado con textos que rezuman inocencia y familiaridad, rumbas con sonido actualizado, toques funk (Un catalán fino), una nana dedicada a su hijo (Currito), clásicos como Volando voy e incluso una adaptación de Bob Dylan (Memphis blues again).
Todo lleva el sello inconfundible de un artista catalán, aunque afincado en Andalucía, que primero se subió a los escenarios musicales bajo el nombre de Veneno, conjunto con el que dio el salto al mercado discográfico en 1977.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de julio de 2001