Dos operarios que realizaban ayer tareas de limpieza en la depuradora Camp de Túria II se desvanecieron en el interior de un pozo de cuatro metros de profundidad al inhalar gases tóxicos. Uno de ellos resultó muerto y el otro ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital La Fe de Valencia.
Eran las 11.50 cuando saltó la alarma. Dos trabajadores limpiaban parte de la conducción de la depuradora, en la partida de la Vallesa de Riba-roja, junto a la carretera que va a San Antonio de Benagéber. Los dos obreros estaban en el interior de un pozo cuando compañeros suyos se apercibieron de una señal de auxilio. Al tiempo que intentaron rescatar a los dos hombres, dieron aviso a una ambulancia y al Centre de Coordinació d'Emergències. La dotación sanitaria, con el helicóptero medicalizado enviado al lugar, rescató con vida a J. C. M., de 55 años.
El otro obrero murió por asfixia. Al lugar se trasladó el titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de Llíria, quien ordenó el levantamiento del cadáver minutos antes de las 14.00. La policía judicial investiga por qué los dos operarios se encontraban en el interior del pozo sin el equipo necesario en este tipo de trabajos. La Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunidad Valenciana abrió un expediente de investigación a la unión temporal de empresas Depuración de Aguas del Mediteráneo-Sociedad Agricultores de la Vega, que explota la planta de Riba-roja.
Por otra parte, efectivos del parque provincial de Bomberos de Alicante rescataron ayer a un hombre de 74 años que cayó en un aljibe sin agua, de seis metros de profundidad, en la partida rural de Marnés en Llíber (La Marina Alta). El hombre, que permaneció consciente, fue trasladado en un helicóptero al hospital de Dénia, para ser atendido de sus heridas, con pronóstico reservado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de julio de 2001