Carlos Sotos Pulido, ex director de PSV, aseguró ayer a EL PAÍS: 'Lo importante es que la sentencia deja claro que no me enriquecí, que no me llevé ni un duro de un proyecto por el que pasaron miles de millones'.
Contrariado por la condena, -'no la entiendo', dijo- Sotos manifestó su satisfacción por la absolución de quienes le han hecho compañía en el banquillo durante meses. 'Creo que tenía que estar en ese grupo', aseguró, 'aunque la parte moral que me importa es que el tribunal, en una sentencia en mi contra, certifica que no me enriquecí'.
El abogado de Sotos, Miguel Bajo, abundó ayer en los argumentos del único condenado y aseguró que presentará un recurso de casación en el Supremo porque el tribunal 'ha malinterpretado una doctrina del Tribunal Supremo sobre la apropiación indebida, ya que se dice expresamente que no ha habido enriquecimiento'. El tribunal, que alude como precedente el caso Argentia Trust, por el que se condenó por apropiación indebida al ex banquero Mario Conde en 1998, considera que para existir el delito de apropiación no es indispensable el enriquecimiento. 'Está acreditado', señala, 'que los sujetos activos, abusando de la tenencia material de dinero y la confianza depositada en ellos, lo desvían del destino legal previsto, dedicándolo a inversiones, proyectos y atenciones diferentes como si dicho capital fuera propio, en perjuicio de los cooperativistas'.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de julio de 2001