Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

Minutos a la esperanza

Ninguno quisimos ser héroes, ni mártires. Ninguno quisimos hacer historia, ni quisimos compartir la vida con unos extraños. Solamente quisimos trabajar por nuestro pueblo. Pero aquí estamos otra vez. ¡Una vez más! Guardando 15 minutos de silencio, por otra muerte que no entendemos.Hay más personas a nuestro alrededor, pero sin embargo en realidad nos han dejado delante unos metros y solos.

Este pueblo escondido en los arkupes, pasando por delante, mirando para otro lado, buscándose excusas para no pasar ese tiempo, viendo otra familia más destrozada, encima se está acostumbrando. Son muy importantes esos 15 minutos, y además creo que se tienen que seguir haciendo, pero igual ya es hora que se dé otro paso más al frente. Durante un tiempo me preguntaba por quién daba la cara, ¿por un pueblo que va a ir detrás tuyo en vez de ponerse a tu lado? Pero ahora ya sé la respuesta.

Yo, como representante de mi pueblo, me comprometí a trabajar por un proyecto en el que creo y al que pertenezco. Pero nada más. Cuando salgo a una manifestación, doy la cara, no me callo, o escribo lo que pienso. Eso lo hago por mí y por nadie más. Por defender mi derecho a ser libre, porque creo en el principio de la vida.

15 minutos a la esperanza para que también cada persona, tanto la que está detrás tuyo o la que ni siquiera se ha atrevido a estar, se pregunte: ¿Hago todo lo que puedo? Cuando cada uno sepa que el terrorismo es un problema de todos y no de unos cuantos, y en vez de ponerse detrás esté a nuestro lado, seguro que entonces algo empezará a cambiar. Mientras tanto, aquí cada uno que asuma la responsabilidad de lo que hace y de lo que no se atreve a hacer.

Hay una frase que expresa lo que estamos viviendo: 'Nadie es más esclavo que el que se tiene por libre sin serlo'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de julio de 2001