Una bilbainada de nuestro querido alcalde hace que todos los vizcainos tengamos que pagar más cada vez que queremos visitar la capital en el vehículo privado. Una nueva medida que en vez de 'ordenar el tráfico y facilitar la rotación' es un castigo que hace más caro el venir de compras a Bilbao, puede que nuestro alcalde en un gran gesto de pensamiento universal opine que es mejor que compremos todos en las grandes superficies comerciales, antes que en el tradicional pequeño comercio que tanta vida da a nuestra ciudad.
Si cuando dicen que somos bilbainos por algo será, ya es hora de pensar en global y actuar en local señor alcalde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de julio de 2001