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Mejora el paciente al que se le implantó un corazón artificial

El enfermo de 50 años a quien el pasado día 2 se implantó un corazón artificial ha mejorado sensiblemente, según los médicos que le operaron en el Hospital Judío de Louisville (Kentucky, EE UU). Aunque persiste la gravedad del paciente -que arrastra un importante historial de problemas cardiacos y renales-, los facultativos confían en que rebase sobradamente el plazo de un mes de vida que se le concedía antes de la intervención. La operación, a cargo de los cirujanos Laman Gray y Robert Dowling, duró más de siete horas.

El corazón artificial, llamado AbioCor, puede hacer innecesarios muchos trasplantes. Es de plástico, poliuretano y titanio y funciona con una pila eléctrica que bombea las cavidades ventriculares. El aparato sólo se acelera en función de la actividad física del paciente. El AbioCor carece de cables y por tanto no se conecta a ningún motor exterior, lo que proporciona al paciente una gran autonomía.

Las enfermedades cardiovasculares causan en EE UU 700.000 muertes al año. Uno de cada cuatro pacientes cardiovasculares fallece. Apenas hay 3.000 donaciones anuales para trasplantes (en España se trasplanta una media de 350 corazones cada año). EE UU y Japón -que por imperativo cultural rechaza esas intervenciones- potencian la investigación de corazones artificiales.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de julio de 2001