Lo más interesante del macroconcierto que cerró el V Festival Internacional de Jazz fue comprobar cómo evolucionan las cosas en el mundo latino, al margen de edades, porque entre los artistas de la película Calle 54 de Trueba la estrella era el octogenario Bebo Valdés, y tanto Paquito D'Rivera como Jerry González son dos veteranos con mucho recorrido. Éste último hilvanó con Chano Domínguez una relectura de Thelonius Monk que dejó con la boca abierta a más de uno. Valdés y D'Rivera reinterpretaron a Ernesto Lecuona y al creador de El Manisero en clave jazzística de forma exquisita. De Bebo ya sabíamos con qué talento ha impregnado la música tradicional cubana de la sensibilidad jazzística; Chano reveló una progresión en la que las bulerías, las alegrías y la soleá pasan el filtro del jazz para alcanzar momentos de belleza en estado puro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de julio de 2001