Agentes de la Guardia Civil registraron ayer durante 10 horas las oficinas centrales en Barcelona de la inmobiliaria Núñez y Navarro, por orden de la jueza Elisabet Castelló. La jueza buscaba documentación sobre la relación de la empresa con los inspectores fiscales expedientados Manuel Abella, a quien Núñez vendió un piso presumiblemente por debajo del precio del mercado, y José Lucas, que tuvo relación comercial con la inmobiliaria.
Josep LLuis Núñez y Navarro, imputado por el juzgado en este caso e hijo del expresidente del FC Barcelona, restó importancia al registro y afirmó que se trataba de 'una consulta'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de julio de 2001