'No me explico cómo en el diseño de la estación Sur de autobuses', dice Álvaro, 'cuya circulación interior parece bien pensada, no han incluido un muelle para los automóviles particulares cuyos conductores acuden a recoger a sus allegados. Resulta prácticamente imposible estacionar en un lugar cercano que evite a los viajeros cargar con sus equipajes y mochilas a lo largo de prolongados trayectos'. 'Además', puntualiza, 'la Policía Municipal se sitúa siempre estratégicamente para multar a quienes van en automóvil a la estación; están como al acecho y se aprovechan de ese déficit de estacionamiento para multar a mansalva'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de julio de 2001