'No me explico por qué razón las fuentes públicas donde pueda beberse agua, que en Madrid tienen cierta calidad, como todo el mundo sabe, hayan desaparecido prácticamente de las calles y de las plazas', subraya Magdalena. 'Se me dirá que se pierde mucha agua, pero hay buenas griferías para regular que esos flujos no se pierdan. En todo caso, las fuentes proporcionan a una ciudad servicios que la dotan de confort, y una buena policía de barrio podría evitar los supuestos desmanes que con el agua se realicen'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de julio de 2001