La Renfe continúa enquistada en lo de siempre: arcaísmo y escándalo.
Arcaísmo, porque en la actual era de la informática, la venta anticipada de billetes se efectúa con sólo 60 días de antelación. Increíble que no tenga un programa con extensión suficiente de por lo menos un año.
Escándalo, porque ni siquiera llamando a las cinco de la mañana -recalco, cinco de la mañana- al teléfono 902 240 202, con esos dichosos 60 días de antelación, obtiene usted una plaza para su automóvil en el autoexpreso. Es incalifica-ble que todas las plazas estén ocupadas antes de ponerse a la venta.
Ha sido una experiencia personal tan nefasta que he decidido solicitar que se publique esta situación para prevenir a futuros usuarios imposibles. Aquello de 'para conocimiento de quien corresponda' discurre por otros cauces.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de julio de 2001