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El Kutxaespacio exhibe la imagen del primer hombre europeo

La imagen es el principal atractivo de la exposición 'Atapuerca y la evolución humana'

La muestra, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 30 de octubre, resume cuatro millones de años de la historia del hombre; desde la presencia de los primeros homínidos en África, hasta la aparición del Homo Sapiens -hace 200.000 años- en el mismo continente, pasando por la huella de los primeros habitantes de Europa. Es una exposición divulgativa de gran rigor científico, una propuesta que descubre al público los fósiles encontrados por los especialistas en las excavaciones, reproducciones perfectas de algunos de los restos prehistóricos más destacados, reconstrucciones de los yacimientos, o paneles explicativos, fotografías y otros objetos que ayudan a entender, entre otras cosas, el tesoro enterrado en Atapuerca.

Fue esta sierra la que dio la prueba definitiva para echar por tierra la teoría manejada por la comunidad internacional sobre el poblamiento europeo. Hasta 1994 se pensaba que el hombre pisó por primera vez este continente hace 500.000 años. Pero entonces un equipo de científicos encontró los restos del Niño de la Gran Dolina, un niño de 10 u 11 años que murió devorado por sus propios congéneres hace 800.000 años. 'Ahora', dijo ayer Arsuaga, 'le hemos devuelto a la vida'.

'Homo antecessor' Es el milagro realizado por los hermanos Kennis, destacados expertos en reconstrucciones paleoantropológicas, que han puesto carne en los huesos encontrados. Sus características son tan diferentes a las de los hombres que habitaron Europa hace 500.000 años que los científicos concluyeron que existió otra especie humana: el Homo antecessor, precedente común de neandertales y cromagnones, de cuya existencia no se tenía ninguna prueba hasta la aparición de estos restos. 'Los neandertales', explicó ayer Arsuaga, 'son el final de la evolución en Europa. Luego hubo una llegada de africanos. El mensaje es que los verdaderos europeos eran aquí los neandertales y que los que vivimos aquí ahora somos inmigrantes'.

La del Niño de la Gran Dolina no es la única reconstrucción que se muestra en Atapuerca y la evolución humana. En la sala del Kutxaespacio también se presenta por primera vez en Europa el rostro del Niño de la Turkana, un Fósil de 1,5 millones de edad que fue encontrado en Kenya. Y la imagen del famoso cráneo número cinco, el Homo Heidelbergensis, en la versión más exacta conseguida hasta la fecha. El cráneo de este individuo se halló junto a los restos de una treintena de homínidos en uno de los yacimientos más importantes de Atapuerca. El estudio detallado de su fósil craneal reveló que este individuo padecía una fuerte infección bucal extendida por el rostro. Su reconstrucción muestra ahora con fidelidad científica el flemón que tuvo en el rostro.

Este es uno de los tesoros encontrados en la Sima de los huesos pero parece que no va a ser el único. Arsuaga se escudó ayer en la prudencia pero adelantó que su equipo trabaja sobre la hipótesis de que en este yacimiento puede encontrarse la primera prueba, 'el primer registro de un comportamiento de tipo simbólico' del hombre. 'Es muy fuerte', dijo. 'Mucha gente defiende que este tipo de conductas es exclusiva de nuestra especie, y nosotros pretendemos que es anterior. Hemos estado excavando y hemos encotrado cosas que nos reafirman en esa teoría de que ahí se dio una especie de rito funerario'.

Atapuerca y la evolución humana es la tercera exposición temporal organizada por el Kutxaespacio desde su apertura. Primero fueron los dinosaurios, después los metoritos, que provocaron la extinción de esta especie y dejaron espacio a los mamíferos. Después, una vez repasada la historia del hombre, los programadores organizarán una dedicada al Arte y la Ciencia, según adelantó ayer el director del Museo de la Ciencia, Félix Ares.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de julio de 2001