Los mercados financieros terminaron la última sesión de la semana con pérdidas en sus principales indicadores.
La volatilidad se impuso en la jornada de ayer debido a las noticias que venían del exterior. La empresa Microsoft anunció peores resultados de lo esperado para finales de año, lo que provocó de nuevo una retirada de la renta variable. Los resultados de las empresas no terminan de convencer, las previsiones no son nada positivas y los inversores prefieren estar al margen, a la espera de un panorama más claro para comprar.
La crisis en Argentina también crea incertidumbre en las bolsas y así se traduce en la trayectoria de las cotizaciones. El índice general de la Bolsa de Madrid terminó con un descenso del 0,36%, mientras que el Ibex 35 retrocedió un 0,60% y al final logró mantenerse por encima de los 8.300 puntos.
Las compras siguen sin aparecer de forma clara y el vencimiento de contratos de futuros no elevó demasiado las cifras de negocio. En el mercado continuo se negociaron 234.930 millones de pesetas efectivas, 1.411 millones de euros.
El euro, por tercer día consecutivo, volvió a ganar terreno frente al dólar al marcar un cambio medio en 0,8776 unidades. La divisa europea se ha revalorizado en la semana un 2,77%, beneficiada por la idea de EE UU de tener un dólar más débil.
Por otro lado, el dinero se está trasladando al mercado de deuda, con una subida de los precios, por lo que la rentabilidad de los bonos a 10 años se situó en el 5,26%, cuando hace tan sólo una semana estaba en el 5,39%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de julio de 2001