El Gobierno multipartido de izquierdas y nacionalista de Baleares acusó ayer al Gabinete central 'de irresponsabilidad monumental' por suponer que 'está dispuesto a patrocinar noticias negativas para la comunidad autónoma de las islas si ello implica un deterioro del Gobierno balear'. El Ejecutivo que encabeza el socialista Francesc Antich mantiene que el Gobierno del PP favorece las versiones pesimistas sobre el turismo y alienta a la patronal de hoteleros que batalla en su contra por la aprobación de la ecotasa.
La Administración central seguramente recurrirá ante el Tribunal Constitucional el impuesto medioambiental que debe gravar a partir de 2002 las estancias de turistas en las islas, para lograr su paralización inicial como demandan los empresarios.
Antoni Garcías, del PSOE, consejero balear de la Presidencia, leyó una declaración al término del Consejo de Gobierno para negar 'las declaraciones catastrofistas de bajones irreparables , de crisis y de imágenes exteriores irrecuperables' y asegurar que las islas son 'líderes del mercado y que su estabilidad está asegurada'.
El secretario de Estado de Turismo, Juan Costa, mantuvo ayer un encuentro en Palma con la plana mayor de los empresarios turísticos, que han roto las relaciones con el Gobierno autonómico y dan una versión crítica de la temporada turística. Costa mantiene que el turismo británico ha bajado un 7% y que el alemán ha caído un 10%. Sin embargo, el Ejecutivo autonómico asegura que la 'ocupación es la misma que la del año pasado' en estas fechas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de julio de 2001