Aunque se le adelantaron músicos como Bally Sagoo en la exploración del maridaje de músicas indias y electrónicas, ha sido Singh el lanzador comercial de tan intoxicante fusión a través de Anokha, club de leyenda londinense que popularizó el movimiento con su recopilatorio Anokha: soundz of the Asian underground.
La reputación de Talvin Singh ha transcendido por los canales del pop, y se nota: en su público de Cartagena, el contingente de amantes de la cultura de la dance music supera al de los habituales a los festivales étnicos. Para los primeros, la experiencia resulta fascinante, y no sólo por la mágica aparición de bandadas de palomas que sobrevuelan el escenario cuando la música se despliega en formas etéreas. Singh es un vistoso percusionista que aporta nervio a piezas aptas para sesiones de chill out. La aniñada voz de Sagarika Mukhergee es otra capa más que se añade a los teclados y el chelo. El teclista Cleveland Watkins también se suelta con ráfagas de reggae, pero, ay, ni así logra mover a los espectadores fijos de La Mar de Músicas. A diferencia de los artistas que desfilan por Cartagena, Talvin y su cuarteto no se preocupan por establecer vínculos con los presentes, aparte de gritar periódicamente 'Spain'. Es sintomático que se despida cuando todavía no ha pasado hora y media, ignorando el fervor de los club kids, que piden inútilmente que siga tocando.
Talvin Singh
Talvin Singh (batería, percusión), Sagarika Mukhergee (voz), Cleveland Watkins (teclados, voz), James Banbury (teclados, chelo). Auditorio Parque Torres, Cartagena. 19 de julio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de julio de 2001