"Aún no puede hablar", dice el apoderado de Juan José Padilla, José Luis Segura. El torero jerezano, que sufrió una gravísima cornada en el cuello el pasado día 14 en Pamplona, salió la noche del pasado jueves de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Virgen del Camino, de dicha ciudad, donde permanecía, y pasó a planta. Mañana será trasladado a Jerez (Cádiz), donde reside, aunque ingresará en otra clínica, pues sigue grave. Según Segura, Padilla se encuentra animoso pero molesto por una infección en la laringe y su dificultad para articular las palabras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de julio de 2001