José L. R., de 80 años, y Guillermo López Alcaraz, de 44, han sido detenidos por la policía acusados de adulterar el combustible que luego vendían, según informó ayer un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. Los detenidos regentaban dos naves en un polígono industrial de Móstoles donde almacenaban el combustible, que vendían a una gasolinera de la provincia de Huesca.
La comisaría de Huesca trasladó a la Brigada de Policía Judicial de Madrid en el mes de abril las denuncias interpuestas por los propietarios de 25 vehículos cuyos motores se averiaron por utilizar el combustible adulterado. Todos los denunciantes habían repostado los vehículos en el surtidor que hay en el Paseo de Ramón y Cajal, 90, de Huesca.
Esta estación de servicio compraba el combustible en las naves de los detenidos, situadas en el camino de Las Pajarillas, en un descampado de Móstoles. Cada semana llegaban seis o siete camiones cisterna a esas naves para cargar el combustible y rellenar después los surtidores en Huesca.Los investigadores descubrieron que el gasóleo era mezclado con aceite y otras sustancias en las naves de Móstoles. Los detenidos vendían su producto a 90 pesetas el litro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de julio de 2001