Cuando aún se analizan las consecuencias del incendio que ha arrasado más de 550 hectáreas del pueblo malagueño de Mijas, un siniestro de similares características disparó ayer la alarma en el municipio de Ojén (Málaga). Las llamas, que han calcinado unas 227 hectáreas de pinar y matorral, fueron localizadas sobre las ocho de la mañana en tres focos distintos. Varias casas tuvieron que ser desalojadas y uno de los frentes llegó a estar a sólo un kilómetro del pueblo.
El incendio, que logró ser controlado diez horas después de su inicio, se produjo en el paraje conocido como Córdoba Chino, en el monte Sierra Parda de Ojén. El fuerte viento de levante reavivó hacia el mediodía las llamas y obligó a cortar durante tres horas la carretera comarcal A-335, que une la localidad con el vecino municipio de Marbella y otras poblaciones del interior. La Guardia Civil desalojó a primera hora de la mañana varios cortijos y casas rurales aisladas. Horas después fueron evacuadas también una docena de viviendas situadas en la barriada sur de Ojén. Sobre las 13.30 se restableció el suministro eléctrico a la localidad, que había sido cortado desde que se produjeron las primeras llamas.
'Está totalmente claro que el incendio ha sido intencionado. El fuego ha tenido tres puntos de inicio, separados uno de otro por un kilómetro y han surgido a la misma hora', señaló el alcalde de Ojén, Francisco Manuel Vázquez. 'Esto es una verdadera catástrofe', dijo cuando las llamas amenazaron la Sierra Blanca de Marbella y la Sierra de las Nieves, esta última declarada por la Unesco reserva de la biosfera. Una llamada alertó del siniestro 15 minutos después de su inicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de julio de 2001