Buena parte de los 800 niños saharauis que pasan sus vacaciones en Cataluña participaron ayer, junto a sus familias de acogida, en una fiesta celebrada en el parque Torras Villà de Granollers con el propósito de recordar 'la situación del pueblo saharaui en los campamentos de refugiados y también en los territorios ocupados de Marruecos', y para denunciar la 'falta de voluntad para defender una salida justa y democrática al conflicto', según una nota difundida por la organización. Juegos, magia, música y una comida popular jalonaron la concentración, a la que acudieron familias acogedoras de la mayoría de los 138 municipios catalanes que participan en la iniciativa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de julio de 2001