Los treinta y cinco trabajadores de la empresa Herbusa, que tiene la concesión de la recogida de basura urbanas y rurales de los municipios de Sant Josep, Sant Joan y Santa Eulalia, en Ibiza, llevan tres días consecutivos de huelga. El conflicto ambiental de esta prestación de contrata pública no ha alcanzado dimensiones de caos ciudadano porque queda paliado por la cobertura de los servicios mínimos señalados, que cubren la mitad de la plantilla regular.
Ayer por la tarde, en diferentes puntos, en las calles y cruces de caminos de las urbanizaciones, empezaban a acumularse montones de bolsas de detritus. El entorno del aeropuerto también estaba afectado.
La vigilancia de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil ha asegurado que no se cerrara el vertedero insular, que controla la misma empresa y en el que se vierten también las basuras del resto de municipios, incluida la capital.
La central sindical USO ha convocado una protesta indefinida para tratar de conseguir que los domingos no sean jornada laboral. En consecuencia reclaman un abono de 11.000 pesetas por jornada festiva trabajada o, en su caso, un incremento de plantilla de tres nuevas plazas para cubrir las rotaciones que serían necesarias para esos días.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de julio de 2001