La exigencia de capacitación lingüística para ocupar determinados puestos docentes concentró ayer a representantes de padres de alumnos y de Escola Valenciana-Federació d'Associacions per la Llengua ante el Palacio de Congresos de Valencia. En este recinto se celebran esta semana los actos de adjudicación de cerca de 5.000 puestos docentes en centros públicos para maestros provisionales. Los manifestantes, pertenecientes a la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de la provincia de Valencia (FAPA) y la Confederación Gonzalo Anaya, han puesto de manifiesto que 'la promoción del valenciano' por parte de la consejería 'es una falacia', habida cuenta de que la Administración lleva 'años' sin pedir la capacitación lingüística adecuada en la adjudicación de plazas.
Según un estudio realizado por STEPV, más de 1.000 vacantes del total que ofrece la consejería en este proceso de adjudicación carecen del requisito lingüístico, a pesar de corresponder a centros que tienen programas de enseñanza del valenciano, un 70% de ellos en Alicante. Más de 700 puestos son de centros con un programa de incorporación progresiva (PIP) implantado. El resto, según el mismo estudio, son para centros con dos líneas, una de PIP y otra de inmersión lingüística (PIL). EL STEPV considera que este hecho supone una 'involución en la política lingüística de la Generalitat' y 'contradice el pacto por la lengua aprobado en las Cortes'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de julio de 2001