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El PSPV mantiene a Noguera como portavoz y refuerza la coordinación municipal con el partido

Rubio presidirá el grupo en el Ayuntamiento de Valencia y Sellés asumirá la secretaría

A pesar de que la solución no contenta a todos, la dirección socialista que lidera Joan Ignasi Pla optó ayer por reforzar la estabilidad del grupo municipal en el Ayuntamiento de Valencia y colocar a la organización del partido en la ciudad en la tarea prioritaria de recuperar electorado. 'No es una cuestión de parchear el tema, sino de colocar al partido en una nueva senda', explicó ayer Vicent Sarrià.

Así, en un intento de que no haya lecturas de vencedores y vencidos, la ejecutiva del PSPV decidió colegiar la dirección del grupo municipal en Valencia, que mantiene a Ana Noguera como portavoz y a José Luis Ábalos como viceportavoz. El secretario local del PSPV, Rafael Rubio, que impulsó los intentos de destituir a Noguera como portavoz, es nombrado presidente del grupo municipal. Una figura inexistente hasta ahora. Además, la decisión insta a que el cargo de secretario del grupo municipal que ahora ocupa el asesor Manuel Valls sea ocupada por un edil, que presumiblemente será José Sellés.

Con esta nueva composición destinada a mejorar la coordinación del grupo de concejales y la relación con el partido en el ámbito municipal, la ejecutiva de País Valenciano decidió también que el secretario de Acción Electoral, Antonio Bernabé, supervise la aplicación de las directrices políticas y las estrategias fijadas por la dirección federal del PSOE y la autonómica del PSPV.

Con esta solución que hoy explicará el secretario de Organización, Vicent Sarrià, a los 11 ediles del Ayuntamiento de Valencia, se pretende que a partir del próximo mes de septiembre se realicen las reorganizaciones internas necesarias en la asignación de recursos, áreas y presupuestos para reforzar el trabajo político y presentar a los socialistas como una alternativa real para la ciudadanía.

Fuentes del PSPV indicaron que la solución propuesta es buena porque no satisface a nadie y les obliga a ponerse las pilas para trabajar juntos de cara a la sociedad dejando de lado las cuestiones internas de la organización.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de julio de 2001