Hace poco ha tocado declarar a Hacienda y una novedad que no nos habían anunciado es la sensibilidad lingüística de los empleados que atienden al público en la confección de las declaraciones. Al teléfono de la Agencia Tributaria podías dirigirte en valenciano para pedir cita, sin que la voz de la telefonista te hiciera ningún reproche; en la entrevista tampoco hubo pegas y te ofrecían la documentación en valenciano. Aún resultará que el Gobierno central apoya más la lengua de los valencianos que la propia Administración valenciana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de julio de 2001