Quiero denunciar, enérgicamente, la parcialidad que tienen muchos de los periodistas y corresponsales a la hora de denunciar hechos reales.
No hace mucho se llenaron cantidad de páginas sobre un comportamiento realmente bochornoso de unos pocos sacerdotes en África.
Ahora tengo en mis manos la noticia de un jesuita, P. Martin Royachers, asesinado el mes pasado en Kingston, Jamaica, simplemente por dedicar su vida y todos sus esfuerzos a los más pobres, por amor a Dios.
La noticia la sé por un jesuita, pero no la he oído en ningún medio de comunicación. Si esta noticia se ha denunciado, habrá sido de una manera muy velada...
A los que se dedican a transmitir noticias yo les diría: ¿es que sólo tienen interés las noticias negativas?, ¿no es importantísimo, como en este caso, que un hombre de 41 años, habiendo sido amenazado, continuara en su puesto sin claudicar?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de julio de 2001