'Los árboles que se eligen ahora para decorar la ciudad son esmirriados y no están capacitados, como lo estaban otros de mayor porte y planta, para aguantar la dejadez de los responsables, que les mantienen durante meses sin riego o con los alcorques llenos de suciedad', dice Óscar. 'Por ello, me pregunto si no sería mejor mantener los árboles clásicos, del tipo del plátano, la acacia y otros similares, en vez de variantes pintorescas que no enraizarán bien'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de julio de 2001