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Crónica:Copa América | FÚTBOL

México resuelve una semifinal dramática ante Uruguay

Uruguay no sabe jugar, pero sí competir. Gracias a ese espíritu, que no a su calidad, Pereira saboreó ayer una semifinal intensa, casi dramática. Ganó México, premiado por su propuesta más saludable, pero también por la superioridad numérica de la que gozó durante gran parte de la reunión.

Ambos equipos lucieron un modelo parecido, con tres centrales y dos carrileros largos. Pero distinta vocación: México se preocupa por el orden, pero también por la posesión y el ataque; Uruguay sólo mira los partidos con la intención de ahogar al rival. Su ventaja es que nada le inmuta. Ni siquiera un golazo como el que regaló Borguetti a la Copa América: recibió el balón a la carrera frente al área, recorte a la izquierda, bicicleta a la derecha y elevar la pelota. Un golazo.

MÉXICO 2| URUGUAY 1

México: Pérez; Vidrio, Márquez (Rodríguez, m.61), R.C.Morales; Zepeda (Mercado, m.35), Torrado, Morales; J. Rodríguez (De Nigris, m.55), G. Aspe; Borguetti y Arellano. Uruguay: Munua; Gutiérrez, Sorondo, Bizera (Estoyanoff, m.76); Anchen (Díaz,m.60), Pérez, Callejas, Lima; Lemos (Olivera, m.68); R. Morales y C. Morales. Goles: 1-0. M. 16. Borguetti, por alto. 1-1. M. 33. Richard Morales, de cabeza. 2-1. M.65. García Aspe, de penalti. Árbitro: Ángel Sánchez. Expulsó a C. Morales (m.45), a G. Aspe (m.87) y a R. Morales y Vidrio (m.90). Estadio Hernán Ramírez. 20.000 espectadores. Semifinales de la Copa América.

Uruguay, todo trabajo gris, encajó con normalidad el golpe. Y como se lo ordenó el resultado, atacó. Así, en un libre indirecto, un salto de Richard Morales arañó el empate (1-1). Entonces Uruguay volvió a su silenciosa tarea defensiva, a camuflarse. Pero, tras un centro enroscado de Ramón Morales, México arrancó un penalti y una nueva ventaja. Con acciones a balón parado y mucha fe, Uruguay mantuvo la incertidumbre. La cita subió de temperatura, las expulsiones se acumularon, y los últimos minutos fueron de una intensidad total. Con Uruguay resistiéndose a la derrota y México protegiendo su ventaja con la lengua fuera.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de julio de 2001