La FIFA ha suspendido hasta el 15 de noviembre la venta de entradas a japoneses y coreanos para el Mundial 2002. Con esta medida pretende evitar que sólo las adquieran los seguidores de los países organizadores y preservar el 'carácter internacional de la prueba'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de julio de 2001