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OPINIÓN DEL LECTOR

Colillas

Fuentesaúco de Fuentidueña. Segovia

Es sabido y manido el dicho que hay por estas fechas estivales sobre la precaución de incendios, pero el gentío parece pasota y con poca conciencia ecológica, como si un pino o una encina se hicieran de la noche a la mañana.

Hay opiniones que dicen que el fuego es producido por cristales o botellas que hay en el campo y que con el reflejo del sol y su efecto lupa ocasionan el incendio; pero los mayores causantes de los incendios, sobre todo al lado de las carreteras o autovías, como es el caso de la M-40 en Madrid, donde ha habido tres o cuatro incendios, son gente desaprensiva que tira las colillas de cigarrillos a las cunetas de las carreteras como si tal cosa, sin ver el peligro potencial que pueden ocasionar.

Por eso hay que concienciar a estos despistados pirómanos para que usen los ceniceros de los coches para verter sus cigarrillos.

Para evitar los incendios en verano, lo más importante es no hacer fuego si no se tiene conciencia y control de dónde se puede hacer fuego, y apagarlo después sin dejar ascuas. Además, los de Medio Ambiente deberían construir más barbacoas de cemento en muchos lugares de merienda y acampada libre, que no hay, para evitar que el personal haga fuego como los indios, rodeado de cuatro piedras.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de julio de 2001