Cáritas lamentó ayer el rechazo de los vecinos del barrio bilbaíno de Zamakola al centro de noche que atiende a indigentes y toxicómanos y que el Ayuntamiento de la capital cerró provisionalmente el pasado 23 de julio. La organización aseguró que es necesario dar respuesta social y 'dignificar su existencia' a todos los colectivos marginados y aseguró, en contra de lo afirmado por los vecinos, que en el centro 'está prohibido el consumo y trapicheo de todo tipo de drogas'. Cáritas insistió en que la iniciativa nueva precisa soluciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de julio de 2001