El número exacto de bajas que la actitud del Gobierno catalán respecto al Plan Hidrológico Nacional ha producido en CDC es todavía un misterio.
Los dirigentes del partido nacionalista catalán relativizan constantemente los efectos que ha tenido en sus filas el apoyo del Gobierno que preside Jordi Pujol a la ley que da vía libre al trasvase del Ebro.
Según la dirección de Convergència Democrática, las bajas que son atribuibles hasta ahora a este motivo se pueden contar con los dedos de una mano.
'Directamente, por el PHN, sólo se han producido dos bajas', sentencia Salvador Pallarés, uno de los máximos dirigentes de CDC, que se mantiene fiel a las estructuras del partido.
En cambio, otras fuentes cercanas al partido apuntan que el número de militantes que han abandonado Convergència 'no es inferior a un centenar'.
Varios militantes históricos han expresado en sus respectivos círculos el deseo de dejar la formación nacionalista a partir del momento en que el Gobierno catalán dio su apoyo al PHN.
El último fue el presidente de la patronal de las comarcas del Ebro, Rafel Lluís, quien dimitió de sus cargos en la ejecutiva local de Tortosa y en la agrupación comarcal del Baix Ebre a finales del pasado mes de junio.
Los dirigentes de CDC han sido los que más han padecido las iras de los habitantes de las comarcas del Ebro, entre otros motivos porque los consejeros de Unió han mirado para otro lado y han evitado casi por sistema desplazarse hacia el sur de Cataluña. Tampoco la dirección del partido ha hecho acto de presencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de julio de 2001