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El Consell estudia cómo aprovechar el nuevo modelo de financiación para reducir la deuda

Rambla señala que el pacto supone un 'triunfo' para el presidente de la Generalitat

Vicente Rambla admitió ayer que es 'relativamente fácil' estudiar la incidencia que tendría en la recaudación de la Generalitat 'elevar uno o dos puntos' en las parcelas impositivas que permite el acuerdo. La posibilidad que ofrece el modelo de financiación recién acordado, entre otras, de intervenir, con capacidad normativa plena dentro de unos límites, en el 33% del IRPF, es un aspecto que Economía podrá aprovechar para incrementar los recursos y emplearlos en hacer frente al desbocado déficit público que ha situado ya a la Comunidad, con un 69% de porcentaje de deuda sobre el presupuesto, a la cabeza del resto de autonomías, por delante de Cataluña, con un 54%, o Madrid con un 53%. El consejero de Economía dijo que en las próximas semanas su departamento estudiará las repercusiones que podrían tener estas modificaciones, aunque subrayó que nunca tomarían la dirección de aumentar la presión fiscal de los ciudadanos.

Otro de los instrumentos que ofrece el nuevo sistema para reducir la deuda es, según Rambla, que la capacidad recaudatoria de las autonomías estará ligada a su desarrollo y no a una suma fija al margen del comportamiento de la economía, por lo que 'una comunidad dinámica y al frente del crecimiento', como describió a la Comunidad, se verá beneficiada del nuevo marco financiero. El consejero fijó los ingresos previstos para el año 2002 en 1,05 billones de pesetas, ya que de cumplirse las previsiones del comportamiento de la economía en los próximos cinco años, la recaudación crecerá en 300.000 millones de pesetas, 'lo que permitirá a la Comunidad situarse en los niveles de convergencia con Europa'.

El responsable de las finanzas de la Generalitat no ahorró elogios al sistema aprobado el viernes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que reunió a los consejeros de Hacienda de todas las autonomías, ni hacia a quien atribuyó su paternidad, el presidente del Consell del que forma parte, Eduardo Zaplana. Rambla afirmó que el acuerdo supone el triunfo de 'un modelo propuesto' por Zaplana, quien ha visto que 'se han impuesto sus tesis' al alcanzarse un sistema de financiación 'justo y solidario'. Otro de los aspectos que destacó fue la creación de un fondo específico de carácter estatal destinado a cubrir las asistencias sanitarias que se realicen a la población desplazada. También aludió al llamado 'principio de lealtad institucional', por el que el Estado no podrá regular aspectos que repercutan en las autonomías si no existe una compensación adicional de financiación. Rambla cargó contra el líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, al que acusó de 'hacer el ridículo' por haber sido el único responsable político en 'no valorar positivamente el acuerdo'. Pla responsabilizó a Zaplana del 'fracaso' de las negociaciones, que dejan a la Comunidad la tercera por la cola.

No fue el consejero el único representante popular que vendió ayer las virtudes del modelo. Un auténtico alud de dirigentes del PP arroparon a Rambla con manifestaciones a favor del pacto, entre los que se encontraba el secratario provincial del partido en castellón, Víctor Campos, el vicesecretario general en la Comunidad, Juan Manuel Cabot, el portavoz de economía en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, el presidente de la Diputación, Fernando Giner, el secretario general del PP en Alicante, Miguel Peralta o el portavoz del PP en las Cortes, Alejandro Font de Mora.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de julio de 2001