Las concentraciones por el asesinato del general Justo Oreja, fallecido el sábado tras sufrir un atentado terrorista el 28 de junio, continuaron ayer en toda España. Numerosas instituciones, como la Comunidad de Madrid, el Gobierno vasco en pleno y diversos ayuntamientos, guardaron minutos de silencio por la muerte del militar. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, y los miembros de su Gabinete se concentraron durante quince minutos en la escalinatas de la sede del Ejecutivo autónomo, en Vitoria. El portavoz Josu Jon Imaz condenó el asesinato y la 'tortura y agonía' a que ETA sometió al general, y reiteró 'como prioridad del Gobierno vasco y de toda la sociedad la lucha contra ETA y la pacificación de este pueblo'.
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Numerosas corporaciones locales españolas se concentraron en silencio tras aprobar declaraciones de condena. El Ayuntamiento de Pamplona rechazó, con la abstención de EH, 'el nazismo de ETA' y de todos sus colaboradores y defensores. El presidente de Navarra, Miguel Sanz, de UPN, reconoció que la lucha contra ETA 'es larga'. 'Pero la vamos a ganar', dijo.
También se produjeron concentraciones en las tres provincias vascas, así como en Aldeavieja de Tormes (Salamanca), localidad natal del general asesinado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de julio de 2001