La intención de los firmantes es que 7.000 de esos nuevos empleos sean ocupados por las mujeres navarras, que actualmente padecen una tasa de desempleo del 11,1%, muy superior al 3,7% del paro masculino, pero inferior al 14,9% de paro que soporta la población juvenil de la comunidad. El objetivo consiste en reducir el paro femenino a la mitad, dejándolo en el 5,8%.
El cálculo de los agentes sociales comprometidos con este segundo plan es que otros 5.000 empleos vayan destinados a la creciente población inmigrante que reside en Navarra, y los 1.500 empleos restantes mejoren las ya de por sí excelentes cifras de empleo masculino, rebajándolas al 3%.
Los presidentes del Gobierno navarro y la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), Miguel Sanz y José Manuel Ayesa, respectivamente, firmaron el plan de empleo con los secretarios generales de UGT, Juan Antonio Cabrero, y CCOO, José María Molinero. Estos dos sindicatos estiman que el instrumento idóneo para crear empleo y recudir precariedad y siniestralidad es un plan de este tipo, del que siguen ausentes las centrales sindicales nacionalistas, que nunca han aceptado la fórmula auspiciada por el Ejecutivo navarro, la patronal y las dos centrales.
Según los datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA), la tasa de empleo total en Navarra es del 63,8%, porcentaje que sube al 79,4% en lo que se refiere a la tasa masculina, pero desciende al 47,8% en el empleo femenino y al 37,3% entre los jóvenes de 16 a 24 años. La contratación temporal se sitúa en el 25,8%.
Los firmantes, no obstante, se mostraron ayer satisfechos con el cumplimiento de los objetivos del primer plan de empleo, que han rebajado la tasa global de paro al 5%, han conseguido introducir la jornada de 35 horas en muchas áreas de la Administración pública y han mejorado el bienestar de los trabajadores.
Para mejorar las cifras de empleo femenino, sindicatos, patronal y Gobierno ajustarán la oferta de formación profesional a las necesidades del mercado, mejorarán las oportunidades de trabajo autónomo y creación de empresas y corregirán la discriminación salarial existente, además de aplicar subvenciones para combinar la vida familiar y laboral de las madres de familia.
Todos los agentes implicados reconocieron que los índices de temporalidad siguen siendo altos en Navarra, por lo que todas las partes se comprometen a reducir la rotación en los empleos. El Ejecutivo destinará 34.346 millones a ayudas a las empresas para mejorar la contratación estable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de agosto de 2001