La crisis económica que está azotando a Argentina ya se ha cobrado una nueva víctima: el fútbol. Este fin de semana estaba previsto que comenzara el Torneo Apertura, pero los jugadores han decidido no participar. Este plante se debe a la deuda que los clubes mantienen con ellos y que, como fecha tope, debía haberse saldado el 31 de julio. El secretario general de su sindicato (FAA), Sergio Marchi, afirmó ayer de forma tajante que, 'si el convenio no se ha cumplido y los futbolistas no han cobrado, no empezará el fútbol. Los jugadores han generado mucho más dinero que el que se les debe y ha llegado la hora de cambiar'.
La historia viene de lejos. El 30 de abril de este mismo año, los jugadores, hartos de que los clubes no cumpliesen con sus promesas y de que no les pagaran los casi 50 millones de dólares (unos 9.500 millones de pesetas) que les debían, declararon una huelga 'por periodo indeterminado' a falta de sólo cinco jornadas para el final del Torneo Clausura.
Después de varias negociaciones, la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA), viendo la insolvencia de los clubes, decidió intervenir y saldó el 35% de la deuda en aquel mismo instante. Para ello tuvo que pedir un crédito internacional, ofreciendo como garantías los contratos con firmas colaboradoras de los torneos que organiza y de la selección, como Repsol, Coca Cola o Reebok. También aseguró que se haría cargo del 65% restante, unos 6.175, si los clubes no habían zanjado sus deudas con los jugadores días antes de comenzar el Torneo Apertura.
Sin embargo, esa fecha ya ha llegado y ni los clubes ni la Federación han pagado a los futbolistas. Así, Marchi anunció que 'los jugadores mantendrán su decisión de no iniciar las Ligas de la Primera y la Segunda División hasta que la AFA consiga el dinero para hacer frente a las deudas de una sola vez.'
Por su parte, José Luis Meiszner, miembro del comité ejecutivo de la AFA, se mostró sincero al respecto: 'En estos momentos, no tenemos recursos ni garantías suficientes para llevar a cabo el pago y terminar así con el conflicto que desde hace tantos días nos enfrenta al sindicato de futbolistas.
De los 20 equipos que componen la Primera División, tan sólo tres -el Banfield, el Colón y el Lanús- no tienen deudas con sus jugadores. Ni siquiera clubes históricos y de renombre mundial como el River Plate o el Boca Juniors están a salvo de la crisis. El River debe a su plantilla unos 855 millones en salarios mientras que el Boca, pese a haber pagado a sus jugadores, no ha abonado aún los 798 que les debe en concepto de primas.
'Lo que se ha hecho en los últimos diez años con el fútbol argentino', comentó Marchi, 'ha sido una administración desastrosa y de una irresponsabilidad total'.
La solución a este contencioso podría, sin embargo, llegar esta misma semana. La AFA tiene previsto reunirse con representantes de tres bancos para gestionar los créditos que le permitan cancelar las deudas y salvar de esta manera la competición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de agosto de 2001