El estadio de Wankdorf, en Berna, donde Alemania ganó la Copa del Mundo por 3-2 contra Hungría en 1954, será destruido mañana, viernes. Veintitrés kilos de explosivos acabarán en diez segundos con un recinto que tenía 47 años de vida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de agosto de 2001