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ESCÁNDALO FINANCIERO

Pilar Giménez-Reyna creyó que sus relaciones beneficiarían a Gescartera

La presidenta de la agencia asegura que ella era "una figura decorativa"

La hermana del ex secretario de Estado de Hacienda Enrique Giménez-Reyna asumió la presidencia de Gescartera en el mes de marzo de este año, es decir, después de que esta empresa de servicios de inversión ya fuera una agencia de valores. El pasado 19 de julio declaró ante la juez Palacios que tiene relación con Gescartera desde 1992, y que en esta empresa ha sido directora comercial y vicepresidenta.

Pilar Giménez-Reyna aseguró que fue el principal accionista de Gescartera, Antonio Rafael Camacho, quien la "insistió" para que aceptara el cargo de presidenta. Y añadió que "siempre le dijo que no quería responsabilidades ni poderes". Giménez-Reyna insistió, en su declaración como imputada, en que su labor en Gescartera sólo ha consistido en "la captación de clientes, con todo lo que esto conlleva de relaciones públicas, teléfono, visitas, etc".

La presidenta de Gescartera declaró que no cobra comisión alguna por cada cliente que capta. A la pregunta de si conoce en qué consisten las inversiones en "depósitos estructurados", manifestó que cree "son inversiones en renta fija, pero que no sabe nada más".

El fiscal le preguntó si sabía lo que era una sociedad anónima y ella contestó que "se ha ido enterando en estos últimos meses". Cuando se le interrogó sobre si sabe que en una sociedad anónima el consejo de administración responde en caso de que que haya problemas como el que ha surgido en Gescartera, respondió que "sí", pero que "creyó que iba a ser una mera figura decorativa", pues Gescartera ya tenía "una cartera de clientes muy grande". Pilar Giménez-Reyna declaró además ante la juez Palacios que "nunca pensó en la responsabilidad que se le venía encima". Por ejemplo, dijo que "desconocía" que por el hecho de ser "presidenta fuera la que iba a mandar en la compañía", pues ella pensaba que el "que iba a mandar era el dueño, que es el señor Camacho". Y que "si aceptó ser presidenta fue por hacer un favor y también porque pensó que se lo ofrecían porque le vendría bien a la empresa, por sus relaciones personales y sociales". La presidenta de Gescartera no especificó a qué relaciones personales y sociales se refería ni, por tanto, si sabía que el tener un hermano en el Gobierno son parte de esas relaciones. La presidenta de Gescartera admitió también ante la juez que conocía que la empresa "había sido sancionada" por la CNMV, pero que lo "sabía a grosso modo". Que "fue por eso por lo que le pidieron que fuera presidenta, ya que los señores Camacho y Ruiz de la Serna, al estar sancionados, no podían serlo".

El fiscal también le pregunta si ha tomado "alguna medida" como presidenta". Ella responde que sí. "Que ha cogido de la solapa a Antonio Camacho para que le dijera dónde estaba el dinero", pues ella misma y su familia tenían sus ahorros invertidos en Gescartera. Y que ha "firmado el acta de dimisión" como presidenta, aunque no se ha reunido el consejo de administración para hacerla efectiva.

La hermana del ex secretario de Estado de Hacienda también declaró que "el factotum de la casa" era Camacho, "en el sentido de que está en todo".

Giménez-Reyna añade que "cree recordar que en enero de 2000 fueron al consejo de la ONCE, la declarante, el señor Pichel y el señor Camacho para que la ONCE entrara en el capital de Gescartera con un 10% del capital". Pichel es consejero de la ONCE y entró en Gescartera como consejero delegado. Según la presidenta, "Pichel no hacía nada de nada, y la ONCE tampoco".

La CNMV exigía la entrada de un inversor institucional y el cambio del consejo de administración como requisitos imprescindibles para autorizar la transformación de Gescartera desde una sociedad de cartera a una agencia de valores. A la presidenta de Gescartera, en todo caso, "no le consta" si la ONCE pagó o no por su compra de aquel paquete de acciones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de agosto de 2001