La carretera de Extremadura deberá ampliarse en los dos sentidos, ya que soportará, cuando la Operación Campamento esté completamente terminada (no antes del 2015), un tráfico diario de 130.000 coches, informa Europa Press. Este desarrollo urbanístico prevé transformar cerca de nueve millones de metros cuadrados (desde la avenida de los Poblados hasta los términos de Pozuelo y Alcorcón) que pertenecen actualmente al Ministerio de Defensa, ocupados en la actualidad en su mayoría por cuarteles, muchos ya desocupados. Será el definitivo y último estirón de la capital hacia el suroeste. A partir de entonces, Madrid ya no podrá crecer más en esa dirección.
En enero de 2001, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos; el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, y el alcalde, José María Álvarez del Manzano, todos del PP, acordaron crear un grupo de trabajo que comenzara, de forma teórica, a proyectar la operación, que significará una inversión total de cerca de un billón de pesetas. Este grupo de trabajo, que asegura que cumple escrupulosamente con los plazos impuestos, tendrá sus conclusiones a finales del presente año.
Arroyo Meaques
A lo largo de siete reuniones desde la creación del grupo de trabajo, técnicos de los ministerios de Defensa y de Fomento, de la Comunidad de Madrid, del Ayuntamiento y de la Dirección General de Patrimonio del Estado han analizado diferentes dictámenes arqueológicos, hidrológicos, medioambientales, urbanísticos y económicos.
En un avance de este estudio se señalan, además de las necesidades futuras de la carretera de Extremadura, verdadero eje de esta operación urbanística, otros factores que condicionarán el desarrollo: el trazado de la línea 10 de metro (Fuencarral-Aluche), la existencia de dos cañadas (itinerarios protegidos) que atraviesan la zona, el cauce del arroyo Meaques, que discurre por el área acotada y al que también será necesario proteger.
Además de estos factores, el informe del grupo de trabajo asegura que hay que tener en cuenta también que en la zona hay canalizaciones de gas y conducciones eléctricas. El estudio del grupo de expertos advierte también de que hay que contar con las restricciones impuestas por el plan director del cercano aeródromo de Cuatro Vientos y con las diversas canalizaciones e infraestructuras con que cuenta el Canal de Isabel II.
De todos los terrenos que entran en la Operación Campamento, Fomento se reservará suelo para construir los Servicios Centrales y Estratégicos de Defensa, centro más conocido como Pentágono. Tampoco demolerá ni el Servicio Geográfico del Ejército ni el Almacén de Veterinaria ni una colonia de viviendas militares.
Aunque el propósito de desmontar los cuarteles de Campamento data de finales de los años ochenta, aún se desconocen los usos que el Ayuntamiento y la Comunidad darán a parte de los terrenos que actualmente ocupan las instalaciones militares.
En 1989, siendo presidente de la Comunidad el socialista Joaquín Leguina, los técnicos regionales pensaron que el suelo que quedaría liberado tras el desmontaje de los cuarteles sería ideal para levantar una ciudad judicial. Más recientemente, el 18 de enero pasado, el concejal de Urbanismo de Madrid, Ignacio del Río, del PP, aseguró que la Operación Campamento iba a permitir implantar en la zona una universidad privada. Al día siguiente, el consejero regional de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, también del PP, desmintió a Del Río precisando que aún era pronto para hablar de usos concretos para los suelos públicos.
La oposición (PSOE e IU) ha reclamado que gran parte de las viviendas a construir sean pisos de precio protegido. Los vecinos de la zona también han pedido un hospital que dé servicio a los residentes en el distrito de Latina. El consejero de Sanidad, Juan Ignacio Echániz, del PP, rechazó la propuesta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de agosto de 2001