El Gobierno de Silvio Berlusconi ordenó ayer el traslado forzoso de tres de los mandos policiales responsables de la represión de las protestas antiglobalización en Génova durante la pasada reunión del G-8. El prefecto de Génova, Francesco Colucci; el jefe de las fuerzas antiterroristas italianas, Arnaldo La Barbera, y el subdirector general de la Policía, Ansoino Andreassi, han sido destinados "a otros puestos", informó ayer el Ministerio de Interior.
Los nombres de los funcionarios castigados (ayer proliferaban las críticas sobre una medida calificada de "estética") aparecían en el informe interno encargado por Interior tras los sucesos, que cita diversos "errores y omisiones" en la actuación policial.
Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, alertó ayer del "riesgo" de que el movimiento antiglobalización esconda un intento para que el comunismo regrese a la escena política. El líder conservador expresó este temor en un encuentro con los senadores en la capital italiana.
El primer ministro dijo ver la amenaza de que detrás del movimiento antiglobalización "exista un tipo de comunismo, que salió por la puerta e intenta ahora regresar por la ventana".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de agosto de 2001