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Trimble espera un gesto de desarme del IRA para volver al autogobierno

Varios heridos en una explosión en Londres

El documento reafirma que el desarme de los grupos paramilitares es "un parte indispensable", aunque no una precondición, de la puesta en práctica del Acuerdo de Viernes Santo, a la vez que su supervisión corre a cargo de la Comisión Independiente del Desarme. Pero, en esta ocasión, ambos primeros ministros, el británico Tony Blair y el irlandés Bertie Ahern, establecen con detalle las pautas en materia de reforma policial y desmilitarización del Ulster para el decomiso de las armas. Esbozan en la práctica el "contexto" que pide el IRA para inutilizar su armamento "de forma completa y verificable", según se comprometió la organización en mayo de 2000.

Un año más tarde, y con propuestas más avanzadas sobre la polémica normalización de la provincia, que incluyen mínimas concesiones al unionismo, la atención se centra en la respuesta del IRA. "Esperaremos a ver si se produce un avance serio en el decomiso de las armas. Si no vemos ninguna acción en el desarme, el resto del documento carece virtualmente de cualquier significado", dijo Trimble adelantándose a la reunión del UUP, prevista el próximo lunes, para dar el veredicto a las propuestas angloirlandesas.

La ejecutiva del Sinn Fein estudia hoy los detalles del documento una vez que su presidente, Gerry Adams, dejara claro que el tema del desarme "no es reponsabilidad" del brazo político del IRA: "El IRA no espera que interpretemos este paquete para ellos. El IRA decidirá en su propio consejo". Una zanja turbia separa a los mandos del Sinn Fein de la cúpula del IRA y es predecible que la postura que hoy adopte la rama política estará en consenso con la línea que tome el aparato militar.

Ambos deberán decidir si las concesiones de Londres han tocado techo o si existe todavía campo para explotar políticamente el contencioso de las armas. El documento de Blair y Ahern contempla enmiendas a la reforma policial y un programa detallado del desmantelamiento de cuarteles y torres de vigilancia acompañado del repliegue de tropas británicas, que pide el Sinn Fein desde el inicio del proceso de paz.

Una respuesta negativa del IRA llevará al rechazo de Trimble de unas propuestas parcas en concesiones para el unionismo. "Si no hay decomiso de las armas, no habrá progreso alguno", advirtió. El plazo para reinstaurar a Trimble como jefe del Gobierno autónomo expira el día 12.

Mientras, la comunidad nacionalista-republicana cosechó ayer un punto crucial en su campaña por llegar al fondo de la actuación del Ejército británico en el llamado domingo sangriento, en Derry, en 1972. Ese día, 13 civiles murieron por disparos de las tropas en una manifestación en demanda de derechos civiles para la comunidad católica. Soldados que participaron en la operación deberán regresar a la ciudad para testificar en la investigación en marcha, según ordenó el presidente del tribunal. Este grupo de testigos tiene garantizada la inmunidad y el anonimato, pero sus abogados alegan que su vida estaría en peligro y solicitaron una ubicación alternativa para la toma de declaraciones.

[Un coche bomba explotó esta madrugada en el oeste de Londres, junto a la estación de metro de Ealing Brodway, en una zona comercial muy concurrida, y dejó "numerosos" heridos especialmente por cortes de cristales y cuantiosos daños materiales en los almacenes cercanos, según la policía. La zona fue acordonada por temor a otras explosiones].

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de agosto de 2001