El Ayuntamiento de San Sebastián está aplicando un nuevo sistema para frenar la división y ruptura de los troncos de los emblemáticos tamarindos de la ciudad, que consiste en atornillar el árbol con unas varillas de acero que no se oxidan y cuyo fin es alargar su vida entre 12 y 15 años. El nuevo método, practicado ya en EE UU, Gran Bretaña y Barcelona, se ha utilizado en 70 tamarindos y se usará en cien más, con un coste de 10.000 pesetas por ejemplar, según explicó ayer el concejal de Mantenimiento Urbano, Alberto Rodríguez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de agosto de 2001