A un mal partido le siguió un resultado peor. No está fino aún el Mallorca, pese a haber tocado pocas cosas del curso pasado. Todavía no ha entrado en juego a diferencia del Hajduk, que actuó con una mayor determinación. Desde la arrancada, el campeón croata confirmó su vitalidad, encarnada en su ariete Bilic, que arengó a la hinchada en cada remate. El Hajduk es un equipo joven, plagado de internacionales sub-21, jugadores enérgicos y que para bien o para mal mueven mucho el partido.
HAJDUK SPLIT 1| MALLORCA 0
Hajduk Split: Pletikosa; Bukovic (Bozac, m.85) Stimac, Djolonga (Mise, m.86); Butorovic (Srna, m.80), Musa, Andric, Rendulic; Carevic; Deranja y Bilic. Mallorca: Leo Franco; Olaizola, Niño, Nadal, Marcos, Fatih (Riera, m. 78); Novo, Engonga (Carlos, m. 58), Marcos, Ibagaza; Luque y Eto´o . Gol: 1-0. M. 20. Bilic transforma un libre directo desde fuera del área. Árbitro: Sars (Francia). Expulsó con la roja directa a Rendulic (m. 47) y por doble amonestación a Carevic (m. 92). Amonestó a Niño, Fatih, Olaizola, Bukovic. Estadio Poljud: Lleno. Más de 30.000 aficionados. Partido de ida de la ronda previa de la Liga de Campeones. El de vuelta se jugará el día 21 en Son Moix. Finidi no se alineó con el Mallorca puesto que previamente se consumó su traspaso al Ipswich Town.
El Mallorca extrañó no sólo el campo, muy intimidatorio, sino el ritmo del encuentro que impuso el grupo de Gracan. El choque tuvo una intensidad, un ir y venir sorprendente, si se tiene en cuenta que la temporada está en sus inicios. No le fue nada bien al conjunto de Krauss, que no supo como parar la refriega y quedó demasiadas veces superado por las arrancadas de los falsos laterales, sobre todo por Butorovic, y expuesto a la pegada de Bilic. Leo Franco estuvo especialmente brillante en la defensa de su portería, pese al gol encajado a la salida de un libre directo.
Al Mallorca le costó demasiado pasar la divisoria, sobre todo porque acusó la desubicación de Ibagaza, convertido en volante zurdo pese a sus buenas condiciones de enganche, vitales en un encuentro como el de anoche, y también echó en falta a Finidi, traspasado al Ipswich Town. El árbitro bien pudo pitar penalti en una entrada a destiempo de Rendulic sobre Olaizola, pero los rojillos no pisaron con ganas el área rival hasta el segundo tiempo. La expulsión de Rendulic serenó al Mallorca y desvertebró al Hajduk. Ibagaza se liberó y empezó a armar unas cuantas jugadas de ataque. El partido había cambiado tanto de tono que Krauss le dio una vuelta de tuerca más con la entrada de Carlitos por Engonga. El cambio, sin embargo, supuso un parón en la animosidad del Mallorca, que quedó desdibujado en el campo.
Perdido el hilo del encuentro, a expensas del mayor fondo físico croata, el equipo balear pasó un largo rato extraviado por la cancha, demasiado impaciente y, al tiempo, temeroso del empuje del Hajduk, que en cada arrebato buscaba un golpe franco para sentenciar. Pese a jugar con un hombre más, el Mallorca fracasó en su empeño de marcar. Se recogió demasiado, no supo abrir el juego por las bandas para atacar la zaga rival y sus jugadores acabaron estorbándose en campo croata. En sus movimientos de ataque fue donde más se notaron los cambios del año: ha perdido juego por los flancos y verticalidad en el último pase, al tiempo que Fatih no estuvo a la altura del lesionado Miquel Soler.
El Hajduk, mientras, se dio por satisfecho. Obtuvo un buen resultado en circunstancias adversas -acabó con nueve jugadores por la expulsión de Carevic en la prolongación-, y se dispone a batirse sin miedo dentro de dos semanas en Son Moix. Al Mallorca le aguarda una vuelta delicada, aunque la experiencia le debe valer esta vez para no caer en los errores que cometió hace dos temporadas ante el Molde.
Agresiones al final
El encuentro, en cualquier caso, se prevé caliente, pues al final del choque de ayer se registraron varios incidentes. Olaizola, Carlos y el segundo entrenador del Mallorca, Damià Amer, fueron agredidos en el túnel del vestuario. El club balear acusa directamente a "cuatro matones" y a Stimac de provocar el rifirrafe. El escándalo resultó tan grave que el Mallorca ya ha dicho que protestará ante la UEFA.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de agosto de 2001