Las sociedades de telecomunicaciones protagonizaron ayer una nueva caída de los mercados de valores. Primero fueron los resultados de Cisco Systems, conocidos el día anterior y que provocaron algunos problemas en la Bolsa de Nueva York y el mercado Nasdaq (al cierre perdieron un 1,58% y un 3,03%). Ayer, el informe sobre telefonía UMTS de una sociedad consultora retrasa la rentabilidad del sector en 12 años, hasta 2013, lo que trajo consigo una importante corriente de ventas en toda Europa.
La incertidumbre sobre estos valores no es nueva, pero basta recordarla en un momento tan crítico como el que viven las bolsas en estos momentos para que su efecto sea inmediato. El corto plazo, la única actividad que aún colea en el mercado, se vio sorprendido por las ventas de telecos por parte de algunos grandes intermediarios y el resto fue una carrera contra el tiempo, con todo en contra.
De poco sirvió que el dato del IPC de julio en Alemania confirmara las previsiones de corrección de la inflación y aumentara las posibilidades de un descenso de los tipos de interés para después del verano, lo que mejora las posibilidades de la renta variable a medio plazo. El papel estaba en el mercado y las cotizaciones han sufrido las consecuencias.
El negocio en el Mercado Continuo fue algo superior al de las sesiones anteriores, con 203.592 millones de pesetas, 1.223,61 millones de euros, generados mediante generosos esfuerzos de absorción del papel que tan abundantemente acudió al mercado. Madrid cedió el 1,25% al final de la sesión y el Ibex 35, el 1,50%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de agosto de 2001