Sigo con profusión y mucho interés las crónicas taurinas que firma José Luis Merino. Es más, comparto con él la dudosa concesión de orejas que se hace en el coso vitoriano. Sin embargo, me gustaría que me aclarara qué es ligar un pase, porque en sus últimas crónicas dice que ni Jesulín ni Ponce ligaron un sólo pase. Yo estuve allí y vi más de uno. Quizás no fueran de calidad y dignos de recuerdo, no lo pongo en duda, pero es que el ganado era más propio de una enfermería que de una plaza con lustre y poderío.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de agosto de 2001