El mecanismo esta controlado por un motor que permite, en caso necesario, soltar uno de los extremos para posibilitar el acceso de embarcaciones autorizadas al río. El cerramiento esta dotado con equipos de iluminación y cámaras que permiten vigilar desde la jefatura de la Policía Local de Barbate, los movimientos en la desembocadura del Río.
El sistema ha costado 35 millones de pesetas que han sido costeados por el Ministerio del Interior y la Demarcación de Costas. El objetivo es evitar la navegación de pequeñas embarcaciones que logran introducir en la comarca grandes cantidades de droga durante la madrugada.
La actuación se enmarca en un plan especial de lucha contra el narcotráfico diseñado por el Gobierno. Este programa ha supuesto, en los últimos meses, un incremento de los efectivos de la Guardia Civil en la comarca.
Insuficiente
El cierre del río a la navegación es, además, una de las demandas tradicionales de los movimientos vecinales de Barbate. El portavoz en la Janda de la Federación Gaditana de Asociaciones Antidroga, Antonio Rodríguez, destacó la importancia de la actuación, pero recordó que aún quedan zonas litorales sin control, por lo que reconoció que la clausura parcial de este tramo de río es 'a todas luces insuficiente'.
Rodríguez aseguró que el puerto pesquero de Barbate se ha convertido 'en una plataforma de entrada de droga' y denunció la ausencia de un efectivo sistema de vigilancia en el recinto. Por otra parte advirtió sobre la entrada de sustancias a través de las extensas playas del litoral de la provincia de Cádiz.
De esta forma la federación consideró ayer 'imprescindible' la entrada en servicio de una dotación del Servicio de Vigilancia Aduanera, que a pesar de haber sido anunciada hace años por el vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, aún no se ha hecho efectiva.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de agosto de 2001