En lo que va de pretemporada, el Madrid ha levantado mucho ruido y ofrecido pocas nueces. Nada preocupante a estas alturas del año, cuando todo el mundo futbolístico anda sacudiéndose las telarañas acumuladas durante las vacaciones. Pero, como este juego es adicto a las urgencias, en torno al Madrid ya se escuchan ciertos murmullos que podrían anunciar futuros debates. Algunos temas que se proponen para la discusión: la debilidad defensiva que mostró el equipo en Egipto o las dudas sobre la conveniencia de retocar el sistema para que Zidane se suelde mejor al conjunto.
Si el Madrid tiene interés en cortar por lo sano futuras controversias, el 'Teresa Herrera', la primera cita de cierta envergadura en la pretemporada de los blancos, le brinda una buena oportunidad. El conjunto de Del Bosque llegó a última hora de ayer a A Coruña, donde hoy se medirá (21.00, TVG y Vía Digital) al Cruz Azul mexicano en la segunda semifinal. El técnico se llevó a lo mejor de la plantilla, excepto Roberto Carlos, que está con la selección de Brasil, y Munitis, que tiene un problema muscular.
Hasta hace poco más de una década, el Madrid solía ser la gran atracción del 'Teresa Herrera', un torneo que servía a los hinchas coruñeses para dar rienda suelta a su inveterado madridismo. Pero entonces el Deportivo era un mediocre equipo de Segunda y ahora está entre los mejores de Europa. Y el Madrid, aun con la presencia de Zidane, ha ido perdiendo tirón para el público coruñés, más pendiente esta vez del estreno de su propio equipo que de la brillante constelación de Del Bosque. Y es que A Coruña ha enterrado tan hondo su viejo madridismo que ha terminado por hacer de Riazor un territorio maldito para el equipo blanco, que lleva una década sin ganar allí al Deportivo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de agosto de 2001