La banca española obtuvo en el primer semestre del año un beneficio neto atribuido consolidado de 565.000 millones de pesetas (3.396 millones de euros), lo que supone un aumento del 24,3% con respecto a lo registrado en los seis primeros meses de 2000, según informó ayer la Asociación Española de la Banca (AEB).
La AEB atribuye esta mejora al 'fuerte crecimiento del negocio y de los distintos componentes de los resultados', debido al aumento del tamaño de los bancos españoles, principalmente BBVA y BSCH, que incorporaron a sus balances las entidades adquiridas durante el pasado año en Latinoamérica. La expansión internacional de estos bancos 'en zonas de altos tipos de interés' han contribuido a elevar sus márgenes y resultados.
El margen ordinario de la banca creció un 29,5% y ascendió a 2,94 billones de pesetas, el de explotación, un 30,5% hasta 1,173 billones de pesetas, y el de intermediación, aumentó un 36,8% para colocarse en los 1,918 billones de pesetas.
En contrapartida, la compra de entidades financieras, particularmente por parte de BBVA y BSCH, se tradujo en un mayor incremento de costes y dotaciones, por el mayor riesgo que conllevan las operaciones en Latinoamérica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de agosto de 2001