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El Gobierno catalán atribuye los últimos atentados a grupos antisistema

Xavier Pomés, consejero del Interior del Gobierno catalán, atribuye las dos explosiones ocurridas en la madrugada de ayer en el centro de Barcelona a grupos radicales antisistema. El consejero, que ha acabado asumiendo la tesis que reiteradamente defiende la Delegación del Gobierno en Cataluña, se mostró convencido de que los autores pertenecen a 'un grupo no muy numeroso de personas que demuestran su manera de estar en contra del sistema mediante la colocación de artefactos de tipo casero, un poco en la línea de lo que eran, en el siglo pasado, determinados movimientos anarco-libertarios'.

Pomés asumió también que los autores de la colocación de estos artefactos son los mismos causantes de anteriores explosiones parecidas. Con éstas dos deflagraciones, Cataluña ha sufrido en un mes 16 actos de vandalismo de este tipo contra dependencias oficiales o sucursales bancarias.

Las dos explosiones ocurridas en la madrugada de ayer - en la plaza de Castilla de Barcelona, frente a una delegación de empleo de la Generalitat- provocaron heridas leves a una mujer, que en aquel momento se disponía a entrar en su coche. La joven herida, al parecer con problemas auditivos, fue atendida en el Hospital Clínico y dada de alta dos horas después.

El estallido de los dos artefactos, de fabricación casera y escasa potencia, causó destrozos en tres edificios y daños en cuatro vehículos. Varios testigos, que vieron huir a dos jóvenes, informaron luego a la Guardia Urbana, que inició una persecución infructuosa.

Presuntos autores

La policía busca a dos jóvenes de unos 25 años de edad, de mediana estatura, uno de ellos con pelo largo tipo rasta y vestido con pantalones vaqueros claros, y otro con media melena, pantalones vaqueros azules y camiseta negra.

La primera de las explosiones se produjo sobre la 1.50, junto a una oficina de Trabajo de la Generalitat. Esta explosión arrancó la reja metálica y la persiana de la oficina y provocó desprendimientos en el techo, además de daños en la fachada y de rotura de cristales del edificio hasta el tercer piso.

La segunda deflagración, unos quince minutos después de la primera, fue provocada por otro artefacto depositado en una jardinera cercana a la plaza de Universitat. Esta explosión provocó daños en el parterre y en el mobiliario urbano, informaron fuentes policiales.

Los dos artefactos explosivos estaban compuestos por bombonas de cámping gas y recipientes metálicos, aseguran las mismas fuentes. La Policía Científica está analizando los restos hallados en una de las jardineras. La zona afectada se encuentra a escasos metros de donde los pasados 27 y 28 de julio explotaron sendos artefactos, en una sucursal de La Caixa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de agosto de 2001