El dispositivo especial montado por la Guardia Urbana en la sierra de Collserola no ha impedido que el autor de los incendios registrados en los últimos cuatro días burlara la vigilancia y provocara de nuevo tres fuegos. Todos ellos quedaron extinguidos a media tarde. En total, los nueve incendios registrados desde el pasado martes han arrasado 23 hectáreas de matorrales y pinos.
Nueve incendios en cuatro días no pueden deberse a la casualidad. Las fuerzas de seguridad están convencidas de que los fuegos registrados desde el martes en Collserola son obra de un mismo pirómano y algunos vecinos aseguran haber visto un motorista en las zonas cercanas a los fuegos. Por ello, la Guardia Urbana montó ayer un dispositivo especial para dar con el presunto pirómano. Desde primera hora de la mañana los agentes patrullaron en moto para detectar y alertar de posibles incendios. Controlaron las carreteras de acceso a la sierra, especialmente la que une el distrito de Horta con el municipio de Cerdanyola.
Pese al dispositivo, calificado por fuentes del Ayuntamiento como 'importante', ayer se registraron tres nuevos fuegos. El primero de ellos se declaró por la mañana en la calle de Montclar, en una zona límite entre las viviendas y el parque de Collserola, y afectó apenas a 400 metros cuadrados de matorral. El segundo se produjo a primera hora de la tarde en una zona del parque de les Heures ya quemada el jueves. Afectó ocho hectáreas y precisó la actuación de efectivos de los bomberos. Participaron en la extinción 3 helicópteros, 2 avionetas y 12 vehículos, dos de los cuales permanecían refrescando la zona anoche. El último de los fuegos quemó apenas tres metros cuadrados de zarza cerca del edificio de Llars Mundet.
El primero de los incendios de la larga serie se registró el martes por la tarde. El miércoles se produjeron dos y anteayer los fuegos fueron tres. Las llamas han arrasado matorrales, arbustos y algunos pinos, pero debido a sus pequeñas dimensiones -ocho hectáreas el más extenso- no ha sido necesario cortar el tráfico de las carreteras cercanas ni desalojar viviendas en ningún momento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de agosto de 2001