Un juez californiano falló ayer que la sentencia que condenó a Philip Morris en junio pasado a pagar más de 3.000 millones de dólares (unos 557.000 millones de pesetas) a un enfermo de cáncer es excesiva, pero la multinacional tabacalera sólo podrá obtener la reapertura del caso si ofrece al demandante 100 millones de dólares (1.900 millones de pesetas) y éste los rechaza. Es decir, la multa se rebaja en 555.000 millones de pesetas.
El pasado lunes, los abogados de Philip Morris solicitaron al juez Charles W. McCoy un nuevo juicio o reducción de la multa. McCoy decidió el pasado jueves que no habrá juicio y otorgó a Philip Morris la posibilidad de reabrir el proceso para revisar la cantidad de la multa.
En el fallo más severo de la historia contra la industria tabacalera en un juicio indidivual, el pasado 6 de junio un jurado de Los Ángeles condenó a Philip Morris a pagar a Richard Boeken, de 56 años y enfermo de cáncer, 557.000 millones de pesetas y otros 1.045 millones por daños y perjuicios.
Boeken, que empezó a fumar a los 13 años y llegó a consumir dos paquetes de cigarrillos diarios, acusa a Philip Morris de haber mentido al público durante más de 40 años sobre los efectos nocivos del tabaco. En octubre de 1999, Boeken descubrió que padecía un cáncer de pulmón que posteriormente le afectó la columna vertebral y el pasado diciembre se le extendió al cerebro.
Boeken deberá aceptar la reducción antes del 24 de agosto. En caso contrario la tabacalera tendrá derecho a reabrir el proceso 'sólo en lo relativo a la indemnización' y no en la totalidad del caso, según la sentencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de agosto de 2001