La Subida a Urkiola prolonga hoy un tándem habitual de pruebas ciclistas estelares por las carreteras vascas. Sin el empaque de la Clásica de San Sebastián, celebrada ayer, Urkiola asegura, al menos, buenas dosis de espectáculo, culpa de un recorrido accidentado que culmina en su alto.
Coto privado de escaladores, la prueba vizcaína contará, salvo espantada, con el concurso de Marco Pantani, de vuelta a las carreteras esta semana en la Vuelta a Castilla y León. Lejos de su mejor forma, el italiano debería de dejar paso a cualquiera de los que ayer destacaron en San Sebastián: Casagrande, Rebellin, Odriozola o Belli. Más discretos, Jiménez y Piepoli aspiran a igualar el récord de victorias de la prueba, en poder de Julio Jiménez (1962, 64 y 65). Ambos cuentan dos triunfos. La prueba concluye en el alto de Urkiola, cinco kilómetros apenas, pero con porcentajes que superan el 10%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de agosto de 2001